Los primeros años de vida de un niño/a y la relación con sus progenitores en esta etapa son cruciales para un buen desarrollo. Sin embargo, por distintas circunstancias o en determinados momentos, pueden surgir dificultades en el proceso de crianza.
Ejercer el rol de madres y padres no siempre es fácil, puede ser abrumador, frustrante, solitario y hay varios factores que pueden contribuir a que la crianza sea especialmente compleja para las familias, sobre todo cuando no se cuenta con los recursos y apoyos adecuados.
Contar con la ayuda de alguien a lo largo del proceso puede marcar la diferencia para estas familias, evitando que su situación evolucione negativamente.
Cualquier familia puede tener dificultades durante la crianza por múltiples razones. Mediante el programa ofrecemos entonces ayuda a diferentes tipos de familias con hijos/as pequeños/as que puedan necesitar apoyo práctico, emocional, orientación o una combinación de estos.
Algunos ejemplos son los que encuentras a continuación:
Familias con escasos recursos de apoyo social en su entorno, en situación de aislamiento y soledad.
Familias que presentan estrés parental, baja autoestima, sobrecarga, dificultades de afrontamiento y para ejercer su rol de progenitores.
Familias que están atravesando un momento complicado debido a una perdida, una separación, un divorcio, una rotura, etc.
Madres gestantes o familias con bebés recién nacidos que carecen de apoyos por parte de su entorno, así como de experiencias y conocimientos sobre la crianza.
Familias migrantes que pueden presentar un cuadro de especial aislamiento, falta de apoyo y desconexión de la comunidad.
Madres jóvenes que hayan salido del sistema de protección.
Familias con desconexión o falta de uso de los servicios y recursos comunitarios.
Familias que presentan bajo estado de ánimo o depresión tras el parto.
Familias que tienen más de un niño/a y de diferentes edades, por ejemplo, que han tenido gemelos, mellizos, trillizos, etc.
Familias con dificultades relacionadas a enfermedades o discapacidades propias o de los/las hijos/as que suponen un reto adicional.
Madres que hayan salido de una situación de violencia de género y necesiten ayuda adicional a lo largo del proceso
Familias acogedoras que necesitan apoyo para hacer frente a las necesidades de los niños y niñas que acogen
Familias en proceso de reunificación familiar que han superado las dificultades iniciales.
Las personas voluntarias ofrecen su tiempo, disponibilidad, relación, amistad y experiencia como madres o padres a las familias que presentan tales dificultades, a la vez que intentan fomentar la red social de la familia y facilitar su acceso a los servicios de la comunidad.
Lo hacen de manera informal, sin prejuicios y con pleno respeto de la confidencialidad.
El voluntariado del programa realiza una visita semanal a la familia, en el día y horario que se haya acordado. Las visitas suelen durar aproximadamente dos horas y suelen darse en el hogar de las familias. Sin embargo, también pueden realizarse salidas o se pueden acompañar las familias a algunos lugares de la comunidad, para favorecer que tomen la confianza para desarrollar de forma autónoma tales salidas y actividades en el ámbito comunitario gracias a la ayuda transitoria de las personas voluntarias.
Puedes apoyar una familia, mediante estas visitas y encuentros semanales, durante los meses que esta necesite, según las que sean sus necesidades.
La forma en la que se ayuda a una familia depende de las necesidades de cada familia. Algunas pueden necesitar simplemente alguien con quien hablar, otras pueden necesitar más apoyo práctico con la planificación y organización del día a día y del hogar, otras pueden necesitar alguien que las acompañe al parque con los niños/as, a informarse sobre algunos servicios de la comunidad, que la ayude a relacionarse y jugar con sus hijos/as, etc.
De esta manera, ayudamos las familias a desarrollar las habilidades necesarias para enfrentarse a sus dificultades, favorecemos que recuperen la confianza que han perdido y que sean las madres y padres que desean.
Apoyando de manera informal las familias conseguimos mejorar su bienestar y por ende la calidad de las experiencias tempranas de sus hijos e hijas.
Sea de manera directa o indirecta, individual o grupal, el apoyo emocional y práctico que puedas proporcionar a estas familias puede marcar la diferencia para su bienestar y para el futuro tanto de los progenitores como de sus hijos e hijas.
Personas amigables, disponibles, de confianza, sin antecedentes penales y que tengan experiencia en la crianza, bien sea porque son madres y padres, o porque tienen otras experiencias personales, formativas o laborales que le hacen entender las dificultades que la crianza supone y los retos a los que se enfrentan las familias con hijos/as pequeños/as.
Personas que deciden de manera desinteresada apoyar las familias que están atravesando un momento complejo, ofreciéndole su compañía, experiencias y conocimientos.
Personas que no tienen la disponibilidad o las experiencias necesarias para apoyar directamente una familia, pero quieren contribuir al desarrollo de la organización ofreciendo sus competencias para que se pueda seguir ofreciendo el mejor servicio a estas familias.
Si estás pensando convertirte en voluntario/a del programa para ayudar alguna familia que lo necesita, debes saber algunas cosas:
Comprueba en el apartado donde estamos si hay un programa local “Home-Start: de Familia a Familia” cerca de ti. En el caso de haberlo, puedes contactar directamente con el esquema local mediante la información de contacto proporcionada.
La persona coordinadora de tu localidad aclarará tus dudas y te dará toda la información que necesites.
Si quieres contactar con la organización nacional puedes usar nuestro formulario de contacto.
Si tienes alguna duda, puedes consultar el apartado de Preguntas Frecuentes